jueves, 14 de agosto de 2008

LAS CLARISAS. ASÍ SOMOS Y ASÍ VIVIMOS.


Las personas que se acercan a las puertas de nuestros Monasterios, experimentan que se respira PAZ... MISTERIO... POESÍA... Sí, eso y mucho más. No obstante –en nuestra sociedad de de progreso y de consumo-, la gente se pregunta: “Monasterios”, ¿Para qué? Monjas de clausura ¿Para qué sirven? Nuestra utilidad se pone en tela de juicio...

Desde nuestro Monasterio de hermanas Clarisas de nuestra Ciudad de ZAFRA, (Badajoz) ESPAÑA, os diremos por qué y para qué estamos aquí.

De “muros a dentro”, vivimos una triología maravillosa: ORACIÓN, TRABAJO, SILENCIO... Esto, intentamos vivirlo en un concepto de “Iglesia”, en comunión íntima con Cristo, por el camino más estrecho: el de los Consejos Evangélicos.

Nuestra oración es constante, confiada, más aún, es la oración oficial de la Iglesia... ORAMOS:

- Por todos los hombres y por todas las necesidades locales y universales de la Iglesia.

- Por todos los que no tienen tiempo de orar.

- Por los que se han apartado del camino recto.

- Por todos los que sufren por cualquier causa. Hacemos nuestros todos los dolores de la humanidad, solidarizándonos con los más pobres y abandonados de nuestra sociedad.

- Por TODOS... Es una oración universal en la que caben todos los hombres y todos los “credos”...

De la oración al trabajo. Trabajos humildes para ganarnos el pan de cada día; trabajos sin brillo, como los de María en Nazaret...; trabajos, en fin, para cumplir la ley penitencial impuesta por Dios al hombre desde su primera caída: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”... (Gn. 3, 17), y ahora cumplido con el aliciente de imitar al Hijo de Dios, que endureció sus manos en las tareas laborales.

Las Clarisas seguimos en nuestro retiro claustral, en nuestro compromiso de aceptar el “llamamiento de cristo” con ánimo resuelto y redentor.

Todo es sencillo, voluntario, espontáneo...

Tan sencillo, tan voluntario, tan espontáneo como el llamamiento de Cristo: “El que quiera seguir en pos de MI”... (Lc. 9, 23)

El que quiera...

Nosotras hemos querido..., y tomamos como modelo y norma de vida a Clara y Francisco de Asís, como un camino seguro y rápido para ser útiles a Dios y a la Iglesia...

Fieles al mandato de Jesús (Mc. 16,15), recorremos el mundo entero con nuestra oración y nuestro sacrificio. Predicamos el Evangelio a toda criatura con nuestra vida oculta y laboriosa.

Más allá de nuestra muros, nos sentimos y “SOMOS” mujeres “eclesiales”, que cantamos Salmos, oramos, trabajamos y nos sacrificamos en el silencio anónimo.

Estamos muy cerca de los hombres nuestros hermanos, pero vueltas hacia Dios para ayudar a los demás en esta búsqueda ansiosa y transcendente...

Así SOMOS y así VIVIMOS las Clarisas

Sor Mª Celina de Jesús