viernes, 12 de septiembre de 2008

BENEDICTO XVI PONDRÁ A LOS PIES DE MARÍA, EN LOURDES, LA PAZ DEL MUNDO.


BENEDICTO XVI Envía un mensaje a los franceses en vísperas de su peregrinación apostólica.

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 10 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI pondrá en manos de la Virgen María en Lourdes las intenciones de la Iglesia, la paz en el mundo, y la situación de los enfermos, en el viaje que realizará del 12 al 15 de septiembre a Francia, según el mismo ha anunciado este miércoles.

Al final de la audiencia general de este miércoles, el pontífice dirigió un mensaje en francés, transmitido por canales de televisión de ese país, al que visitará por primera vez como Papa con motivo del 150 aniversario de las apariciones de María en la pequeña localidad de los Pirineos.

"Voy como mensajero de paz y fraternidad", aseguró el Santo Padre hablando en francés, uno de los idiomas que mejor habla.

Reconoció que "vuestro país no me es desconocido. En varias ocasiones he tenido la alegría de visitarlo y de apreciar su generosa tradición de acogida y de tolerancia, así como la solidez de su fe cristiana y su elevada cultura humana y espiritual".

El cardenal Joseph Ratzinger es desde 1992 miembro asociado extranjero de la Academia de Ciencias Morales y Políticas del Instituto de Francia.

El Papa transcurrirá el 12 y el 13 de septiembre en París, donde será recibido por el presidente Nicolas Sarkozy, pronunciará dos esperados discursos al mundo político y de la cultura, mantendrá encuentros con representantes religiosos judíos, musulmanes y de otras confesiones, se encontrará con los jóvenes y presidirá una multitudinaria misa en la explanada de los Inválidos.

Después, como él mismo anunció en su mensaje, "tendré la gran alegría de unirme a la muchedumbre de peregrinos que acuden a seguir las etapas del camino del Jubileo, siguiendo a santa Bernadette, hasta la gruta de Massabielle".

Como peregrino, el Papa recorrerá las cuatro etapas del "camino del jubileo", ligadas a las vida de santa Bernadette, testigo de las apariciones de María, y se unirá a la procesión de las antorchas típica del santuario.

"Mi oración se intensificará a los pies de Nuestra Señora por las intenciones de toda la Iglesia, en particular por los enfermos, las personas más abandonadas, así como por la paz en el mundo", anunció.

Benedicto XVI pidió las oraciones de los creyentes para que "este viaje traiga frutos abundantes".