sábado, 6 de septiembre de 2008

TESTIMONIO VOCACIONAL




PAZ Y BIEN.
Mi nombre es Sor Mª Clara. Soy una joven religiosa de 26 años, natural del Perú. Llevo en el Convento 6 años de los cuales 5 aquí en España en el Convento de las Hermanas Pobres de Santa Clara -Zafra- (Badajoz). Soy hija única, procedo de una familia católica donde el compromiso cristiano es bastante descuidado...

Mi inquietud vocacional surge a los 18 años, la vida religiosa un ámbito totalmente descuidado para mí y mi entorno familiar. Esta fue una de las tantas veces que Jesús pasó por mi vida en medio de tantas voces y ruidos del mundo, una adolescencia llena de sueños con un proyecto de vida para un futuro; el estudio, una carrera (”Psicología”),los amigos y en un futuro formar mi propia familia. En medio de todo eso siento una inclinación a la vida religiosa sin saber lo que eso significa. No intenté darle mucha importancia..., quise borrar de mi mente todo aquello que me movía con mis grandes ideales adolescentes.....pero no pudo ser, mi mente casi confusa parecía perturbarme por dentro sin saber qué hacer.

Durante 2 largos años de contraste conmigo misma esto iba en aumento hasta hacerme tomar una decisión muy personal ¿podría ser algo diferente y decisivo en mi vida? me surgían preguntas sin respuestas... Si dejo todo lo que tengo por delante..., mi propia juventud para irme a un convento de clausura ¿Qué será de mí? estaba decidida pero a la vez me inundaba el miedo, la tristeza, me sentía sola, no podía contárselo a nadie de mi familia ni mucho menos a mi padre, daba por hecho su oposición...

La vida religiosa me atraía cada vez con mas fuerza esto que estaba sintiendo era totalmente diferente a mis emociones juveniles, el optar por esa vida no entraba nunca dentro de mis expectativas y mucho menos de clausura.

Los acontecimientos fueron cada vez más notorios de eso que pasaba en mí; con más fuerza me despertaban deseos, curiosidad, me cuestionaba y me interpelaba sobre aquello tan desconocido para mí hasta entonces....Encontrándome en ésta situación ví en un reportaje televisivo a unas monjas de clausura...Por donde podría imaginar que un día me encontraría entre ellas...este reportaje fue decisivo.

llegaba el momento crucial, acababa de cumplir los 20 años... No podía esperar más, lo tenía claro había que intentarlo para bien o para desengañarme de esto que no me deja tranquila, me perseguía por todas partes, por momentos mis sueños adolescentes ya no eran tan importantes pero a la vez ese miedo que sentía era fuerte y me frenaba me importaba el qué dirán, me sentía confusa... Esto no podía continuar así, había que actuar ya. No tenía conocimiento de ninguna orden religiosa solo conocía las religiosas dominicas puesto que eran de mi colegio, ni mucho menos de clausura....pero los caminos de Dios...Recibí referencias de un convento de las carmelitas por una de las barriadas de Lima (Perú) eso era un logro importante, había que ponerse en camino hacia ellas no me importaba el recorrido. Los caminos de Dios siguieron hablándome en mi búsqueda, ése tampoco era el lugar concreto; en esos momentos no lo comprendí me entristecí con los ojos ensombrecidos por las lágrimas de desilusión... Lo daba por terminado, por que me creí que no existía ningún otro convento más que ese. Repetidas veces pronunciaba: “YO QUIERO SER MONJA”, el consuelo no se hizo esperar gracias a la ayuda de un buen hombre desconocido preocupado por mi estado tan descorazonado, a lo lejos me muestra la torre de la Iglesia de un convento de clausura, su nombre era Hermanas pobres de Santa Clara. Con la alegría de un suspiro y la sonrisa que volvía a apoderarse en mis labios camino hacia Santa Clara, el trayecto se me hizo corto, llego al lugar aún con los labios temblorosos. Mis muchas preguntas e interrogantes fueron compartidas con una religiosa que me escuchó con mucha dedicación, su ternura me hizo comprender que ella podía clarificarme mucho. Después de un tiempo de seguimiento vocacional llegaría la fecha tan deseada del ingreso en el Monasterio.

Jesús aún era desconocido en mi vida pero seguía hablándome, se sirvió de intermediario de ésta fraternidad de Zafra para traerme hasta aquí (España). Yo lo denomino “mi país de misión”. La dedicación de las hermanas de esta Comunidad para inculcarme y ayudarme a cultivar los valores cristianos hasta hace muchos meses atrás abandonado fue total y desinteresado .Todo eso gracias a Dios me fue llevando a tomar decisiones serias y comprometidas dentro de la Iglesia, identificándome como parte de ella, con deseos de vivir y hacer visible mi compromiso bautismal por medio de los Consejos evangélicos. Mi formación como cristiana y religiosa parte desde un discernimiento hacia una opción primero por la profesión religiosa por los votos temporales de 3 años y finalmente si Dios quiere dentro de poco por la profesión definitiva de los votos solemnes. Deseo que llegue ese momento.

Jesús me sigue invitando a seguirle, su llamada se renueva en el día a día, me invita siempre a remar “MAR ADENTRO”... Solo desde Él, mi vida será una ofrenda en la fraternidad, la Eucaristía, la liturgia, el trabajo, pilares importantes en mi búsqueda del rostro de Dios desde la sencillez y la alegría, haciendo referencia a San Francisco y Santa Clara de Asís ...Soy caminante desde mi contemplación al “ecuentro” de la humanidad. Nada de lo que les pasa me es indiferente ni ajeno.

Sor Mª Clara Orosco Pardo O.S.C