sábado, 30 de mayo de 2009

LA HISTORIA FRANCISCANA



En el invierno 1206-1207, Francisco de Bernardone, joven de Asís, renuncia públicamente a su propio padre terreno para pertenecer y tener sólo a Dios como padre. Abandona las brigadas de los amigos para servir a los leprosos, desamparados y rechazados de la sociedad. Transcurre los siguientes dos años como mendicante, ermitaño y restaurador de tres iglesias derruidas en las cercanías de Asís: San Damián, San Pedro de la Espina y Santa María de la Porciúncula.
Su estilo de vida rápidamente atrae a dos de sus conciudadanos: el rico Bernardo de Quintaval y el canónigo y jurista Pedro Catáneo. Poco después otros nueve hombres se suman al grupo. Doce penitentes y peregrinos, sin casa y sin morada fija.
Al inicio, Francisco escribe una breve Regla dictando algunas normas de vida, que fue aprobada oralmente por Inocencio III; sucesivamente escribe la Regla de la Orden de los Frailes Menores confirmada con la Bula Papal de Honorio III, el 29 de noviembre de 1223.

También Clara, noble de 18 años, es atraída por el ejemplo de Francisco. Ella, el domingo de Ramos del año 1212, escapa de la casa paterna hacia la Porciúncula. Aquí Francisco le corta los cabellos en signo de consagración. Luego Clara también es seguida por muchas otras hermanas y así funda un monasterio en la iglesia de San Damián. En el transcurso de los años 1218-1219, este nuevo grupo de vírgenes consagradas recibe la aprobación pontificia para vivir la pobreza en clausura. Nace la Segunda Orden de San Francisco, nombrada por él la De las Damas Pobres.

Entre el año 1210 y el año 122, la obra de San Francisco tiene un gran desarrollo, por lo que envía a sus compañeros a predicar a Cristo pobre, humilde y crucificado por todos los caminos del mundo, pidiéndoles llevar a todos la reconciliación y la paz.

En el 1221 en Florencia, el mercader Lucchesio y su esposa Buonadonna, fascinados por el estilo de vida de Francisco, piden poder vivir la vida de los Menores en su estado de vida matrimonial. Así nace la Orden Franciscana Seglar.

La identidad del franciscanismo está en vivir el Evangelio en la Iglesia, según el modelo observado y propuesto por Francisco de Asís y en predicarlo a toda creatura.

También la Orden Franciscana ha pasado a través de una profunda reestructuración. Desde su seno se originaron tres tendencias que han dado vida a tres ramas jurídicamente independientes, pero con la profesión de la misma Regla de vida. Las tres ramas tienen un gobierno y estructuras propias y son: los Frailes Menores, los Frailes Menores Conventuales y los Frailes Menores Capuchinos. Estas tres familias se han desarrollado a través de los siglos como las ramas de un único gran árbol, mediante tantas obras, misiones y con el testimonio de muchos mártires. Lo atestigua también el gran número de santos y de beatos de las tres ramas.


Edita: Edelweiss